viernes, 19 de febrero de 2010

47º 35' 68''


Desde los acantilados de Calisto...

- Creo vislumbrar la ciudadela a lo lejos...¿es posible que...? ¿Tú qué dices Ziën?
- Yo solo veo negro en más negro, oscuridad sobre sombras proyectadas por la noche sin luna...
- Vale, no sigas, ya conozco tus discursitos.
- No veo nada, no veo Aina y nunca la veré, ¡nunca la veremos! por mucho que te arruines comprando lupas para el telescopio y te pases las noches apuntando coordenadas en tus sucios cuadernos...¡Blue! ¿me estás escuchando? ¡ríndete de una maldita vez y vámonos a casa!
- A casa...
- Si a casa, a Ayleszury, a nuestro apartamento, debe estar lleno de polvo, desde que no pisamos por allí...
-Unos meses...no más...
-"Unos meses no más" (repite haciendo burla) estoy harto de tu cabezonería y tus sueños imposibles, pero esta vez no, no me voy sin ti.
- Pero parece...mira, 47º 35' 68'' cerca de Miranda, a la izquiera de Ariel...
-Mira yo lo único que veo son un montón de puntitos con formas raras y lo que parece ¿Neptuno?
-...Urano...
-Urano, Neptuno...¿qué más da? vámonos a casa.
- ...
- Venga, recoge todo esto y vámonos.
-...
-¿Blue? ¿me estás oyendo?
-...me...me está hablando...
- ¿qué?
- que me está hablando...¡Alcánzame ese papel y ese lápid! ¡rápido!
Ziën coge el material.
-¿¡Pero estás chalada?! ¿te está hablando una estrella? ya es el colmo, ¿ves normal que tengamos que aguantar siempre tus bobadas de niña pequeña?...qué será lo siguiente...te...

Blue, nada más terminar de escribir, muestra el papel a su hermano. Está lleno de garabatos rápido e incomprensibles...parece cirílico...Blue comienza a recitar:

-Φαίνεται σαν οι θεοί,
ότι άνθρωπος καθισμένος απέναντι από εσάς,
από την πλευρά σας,
ακούω υπέροχη γλυκιά φωνή σας και σας γελάσω ...
Έχει μετατραπεί η καρδιά στο στήθος,
Κοιτάζω μόνο και μόνο επειδή δεν μπορώ να μιλήσω.
αλλά η γλώσσα μου είναι κατεψυγμένα,
φως φωτιά τρέχει κάτω από το δέρμα μου
τίποτα δεν μπορεί να δει τα μάτια μου,
Αυτιά μου ήταν κλήσης,

-Blue! qué cojones?...

ιδρώτας με καλύπτει,
Έχω όλα τρόμος,
Είμαι χλωμότερα από χόρτο
και νομίζω ότι είμαι κοντά στο θάνατο
Και όμως, θέλω να πεθάνω στην αγκαλιά σου....
είστε Aina μου, είσαι το όνειρό μου, είσαι το σπίτι μου.


-¿Se puede saber qué es todo eso?
- ...
-¿y bien?
-...dice...Me parece semejante a los dioses,
ese hombre que sentado frente a ti,
a tu lado,
escucha tu dulce voz y tu risa adorable...

Me ha dado un vuelco el corazón dentro del pecho,
apenas te miro, ya no me es posible hablar.
sino que mi lengua se hiela,
un leve fuego me corre bajo la piel
nada pueden ver mis ojos,
me zumban los oidos,
me cubre el sudor,
un temblor me posee toda,
me siento más pálida que la hierba
y me parece que estoy cerca de morir,
y aún así, quiero morir entre tus brazos...
tú eres mi Aina, tú eres mi sueño, tú eres mi hogar...
-Ah...
-...como no...
-¿qué?
-...no me he dado cuenta antes...
-¿de qué estas hablando? ¿quien ha dicho todo eso?
- Yo, es decir...yo he dicho eso...a través de ella...tú...soy yo...somos nosotros...Ayle...
- Ehm...no...
-...está aquí, en el corazón de Ayle, en el mío y en el tuyo...Aina...
-Estás insinuando que...
- (asiente)
-Jajajajajajaja vamos Blue tienes que dormir...esta niña...qué cosas tiene...vámonos...
-¿Por qué no quieres verlo? ¿por qué te niegas a ello? lo tienes ante tus narices, !lo tienes en tí! en nosotros, está aquí dentro...¡y tú lo sabías! ¿por qué no me dejabas verlo? ¡¿por qué?!
- Porque si se iba o le dejabas marchar...sabrías que habrías perdido todo, tus sueños, que todo tu camino habría sido en valde...que ya no encontrarías Aina jamás...cuando ya lo has encontrado sin saberlo...y habrías acabado igual que yo...
-Pero yo...yo...Ziën
-Tú la amas, yo la sufro...
-Ziën...
-Bien, ya lo sabes...no la dejes marchar...yo vuelvo a Ayleszury, alguien tiene que limpiar un poco el polvo...tú quédate en Aina...y no caigas en el mismo error que yo...adios Blue.

Besa a su hermana tiernamente en la frente y se marcha una vez más.

-...Ziën...entonces...ya no necesitaré esto (ofreciéndole el telescopio)
-Quédatelo...así podrás mirar en las noches frías y buscarme...si es que me necesitas...solo tienes que mirar hacia el cielo...como haces siempre...


"Tú eres mi Aina, tú eres mi sueño, tú eres mi hogar"

martes, 16 de febrero de 2010

Burning Witches






Reposaba Ayle entre las camomilas escarchadas por la nieve de sus pensamientos mientras Blue vagaba sin rumbo más allá de las hojas del anciano árbol donde se recostaba. Hacía un rato que no soplaba el viento, hacía...eones que no soplaba el viento. Seguramente habría muerto aplastado por su propia cordura o se habría ido a soplar a cualquier oido ajeno esas palabras enreversadas y sin pies ni cabeza que tantas veces había conseguido dar sentido.

El viento había estado contaminado y corrompido durante todo este tiempo. Los susurros que le habían animado a tomar ese camino habían estado nublados por una voz extraña, la voz que controlaba a todos menos a ella...sus oidos no captaban nada más que aquello a lo que los de ahí abajo llamaban música. Se sentía mal, triste por no poder oir aquella voz a la que todos veneraban, aquella voz que movía tierra y aire...tardó mucho en darse cuenta que tan solo era eso, una voz, una jodida voz que pronto se encargaría de callar de una patada en la boca.

- Ayle...Ayle mueve el culo! joder un día de estos me voy a largar para no volver y te vas a quedar ahí como el pedazo de carne innerte que eres!

- Vete a dar un paseo y déjame en paz, en paz...no quiero pensar, no quiero preocuparme de nada aunque sea durante un par de minutos...

-Ahí te quedas, me voy a Azra a arrancar tallos verdes recién plantados y a quemar brujas como...

Ayle rió sin querer con el poco plasma que quedaba en su centro antes de quedarse como lo que era...un pedazo de carne innerte...

No tardó mucho en llegar, Azra era un lugar, eso era, una porción de espacio perdido en la nada y rodeado de un vacío eterno, casi costaba respirar más ya no le suponía un problema pues no tenía que cargar con el estúpido cuerpo y sus estúpidos órganos degenerativos.

Su rostro era sumamente neutral, no la delataba como nunca lo había hecho, había tenido algunos momentos de debilidad, mas cuando parecía haberse dado por vencida, había caminado, y la luna sobre sus hombros, pequeñas gotas aladas se desacían en pedazos al contacto con la realidad gracias al simple proceso de condensación (¿De donde venía esa maldita niebla?) Miró hacia arriba y vio el infierno, y no dudó un segundo en bajar (más bien subir) y tomar en su mano cualquier alma de las que purulaban por el Hades como solía hacer para entablar conversación y evadirse, pero esta vez no escogió un alma cualquiera, había subido al mismisimo infierno para dejar las cosas claras.

-¡Arriba esos puños!
-¿Pero qué cojones?
-¡Vamos!
-Pero...
-¡Venga hostias! no he venido hasta aquí para nada, vas a arder de verdad y fíjate, no te va a hacer falta pasear más por el quinque inferno...
-¡Brujas! ¡Brujas!
-Bruja tu puta madre, ahora verás...
-¡Bruj...!*
-¡A tomar por culo tú, tu puto viento cálido y tus gilichorreces sobre la teoría de la "musica"! o como tu lo llamas...fortune and fame...Arde!!!

Y todo ardió, se quemó y quedó en el olvido...más el olor a chamusquina se quedó impregnado en su alma para que no olvidase por qué encendió esa cerilla...

Al rato bajó de nuevo para quedarse toda la noche velando sobre el cuerpo yaciente de Ayle.

"Cuando era joven, tenía sueños. Como todos, claro. Pero los míos casi los pude rozar. Primero soñaba con llegar lejos tocando la guitarra. Se me daba bien. Me hicieron dejarlo, lo "dejé" en cierto modo, pero ahora tengo muchos años para aprender a tocar los cojones".

lunes, 1 de febrero de 2010

White Room - Noite Meiga


Cuatro cuerdas sonaban empapelando la estancia, cuatro cuerdas acompañadas del calor seco y frío del fuego. Podría haberme pasado horas mirándo a ese espejo llameante mientras consumía otro de tantos libros. Leía al ritmo de la música que golpeaba en mi cabeza una y otra vez, y, por un instante, me transladaba a un lugar maravilloso, un lugar de esos que se describen en los cuentos y que solo existen en el corazón perdido de la selva amazónica.

Flores de colores brillantes colgaban de los árboles que cambatían entre ellos por crecer más y más. El aire húmedo y cargado mareaba, el agua caía gota a gota a través de las hojas y el sol apenas era visible entre la vegetación. A lo lejos se vislumbraba un claro muy amplio donde de forma cortante a la vista, el paisaje se tornaba azulón y fresco. Grandes robles se repartían a su gusto por el llano suelo esmeralda que reflejaba el celeste y donde tantas veces había jugado durante aquellos años en los que...ese lugar me resultaba demasiado familiar...sin duda...

Me dispuse a avanzar hacia el lugar en sí cuando de nuevo las ardientes plumas de fénix que calentaban la sala me extrageron de mi apasionante lectura.

Sin saber por qué, en un impulso tomé con fuerza el libro, procurando dejarlo abierto por la página por donde iba y lo arrojé a las llamas. Prendió en el instante y tras él, mi mano se introdujo sola, a pesar de que mi mente hacía lo posible por impedirlo, a pasar de página para comprobar si finalmente llegaba a ese lugar...

De pronto ambos, libro y lectora, desaparecieron en una llamarada azul.

Entonces es cuando sentí ese aire húmedo y cargado sobre mis sienes, esa mezcla de aroma a rosas, saúco, hinojo, torvisco y demás flores, el calor de una inmensa hoguera que se alzaba ante mi...y los altos robles de una de las infinitas colinas de Ulhä.

La sala quedó vacía y fría, más las cuerdas del roto violín siguieron sonando, esperando su regreso.